España bajo presión migratoria: La Comisión Europea autoriza ayudas y reubicación de migrantes en la UE

Este martes, la Comisión Europea ha dado un nuevo paso decisivo en la puesta en marcha del recientemente aprobado Pacto de Asilo y Migración de la Unión Europea, al publicar el primer informe anual sobre la situación migratoria en el bloque comunitario. Este documento estratégico sitúa a España como uno de los países sometidos a una mayor presión migratoria en la Unión Europea (UE), una designación que le permitirá optar a ayudas financieras, técnicas y de reubicación de solicitantes de asilo en otros Estados miembros.

Según la evaluación de Bruselas, España se enfrenta a un número «desproporcionado» de llegadas de personas migrantes y refugiadas, como resultado directo de las operaciones de búsqueda y rescate en el mar Mediterráneo y en aguas del Atlántico. El informe del Ejecutivo comunitario se basa en los datos exhaustivos recabados durante el período comprendido entre julio de 2024 y junio de 2025, y no establece distinción alguna entre las operaciones gubernamentales de rescate o las realizadas por organizaciones no gubernamentales (ONG) especializadas en salvamento marítimo.

Sin embargo, en términos generales y considerando la situación de toda la Unión Europea, el informe de la Comisión Europea certifica una caída importante tanto de las llegadas irregulares como de las solicitudes de asilo en todo el bloque comunitario. «Las llegadas ilegales a la Unión Europea se han reducido un 35% este año. Es resultado del trabajo que hemos realizado con nuestros socios internacionales», ha declarado el comisario europeo de Migración, Magnus Brunner, en una comparecencia oficial ante los medios de comunicación. Las proyecciones y estimaciones de cara a 2026 anticipan que esa tendencia a la baja continuará consolidándose. Bruselas subraya, sin embargo, la importancia crítica de seguir garantizando la protección efectiva de las personas desplazadas desde Ucrania, debido a la agresión militar rusa en curso.

Solidaridad en cuestión: El mecanismo de reubicación y apoyo

Junto a España, entre los países europeos con una mayor presión migratoria, se encuentran Italia, Grecia y Chipre. Estos cuatro países podrán beneficiarse del mecanismo de solidaridad que establece el nuevo Pacto de Asilo y Migración y que entrará en vigor a mediados del próximo año. Los gobiernos de estos Estados miembros que lo deseen podrán solicitar apoyo financiero, técnico o incluso pedir formalmente a otros países que reubiquen a algunas de las personas rescatadas en operaciones de salvamento marítimo.

En base a las necesidades específicas de estos cuatro países y los recursos disponibles del resto de Estados miembros, Bruselas pondrá sobre la mesa una propuesta detallada del reparto de la carga migratoria. Después, serán los gobiernos nacionales quienes negocien el acuerdo final en base a quién está dispuesto a contribuir de qué manera y en qué términos. El problema fundamental es que nadie, o casi nadie, parece estar dispuesto a participar activamente en este mecanismo de solidaridad.

«Ningún país de la Unión Europea debería tener que afrontar solo esta fuerte presión migratoria», ha dicho Brunner insistiendo en que se trata de un mecanismo «equilibrado» y justo, donde son los gobiernos quienes deciden finalmente. «No se trata de un proceso voluntario, sino de un mecanismo obligatorio, pero flexible», ha reconocido una alta fuente comunitaria en condición de anonimato. Esa flexibilidad tiene que ver directamente con el tipo de ayuda que los gobiernos pueden ofrecer: acogida de solicitantes de asilo, ayuda financiera directa o asistencia técnica especializada.

Exenciones y países en riesgo de presión migratoria

Pero la legislación del Pacto también abre la puerta a que algunos países puedan solicitar ser eximidos al entender que han hecho un esfuerzo de acogida importante durante los últimos cinco años. Las mismas fuentes comunitarias insisten en que esta exención depende de «una evaluación objetiva» realizada por la propia Comisión Europea y debe ser autorizada formalmente por la institución.

Entre los países que podrían optar por retrasar o evitar su contribución al mecanismo de solidaridad están Bulgaria, Chequia, Estonia, Croacia, Austria y Polonia. Se trata de países que se encuentran en una situación compleja dados los esfuerzos significativos realizados en los últimos años, en particular en la acogida de refugiados ucranianos desplazados por la invasión rusa. El Gobierno polaco ya ha anunciado públicamente que no participará en el mecanismo de solidaridad previsto en el Pacto de Asilo y Migración.

Además, Bélgica, Bulgaria, Alemania, Estonia, Irlanda, Francia, Croacia, Letonia, Lituania, los Países Bajos, Polonia y Finlandia se encuentran en situación de riesgo de sufrir presión migratoria. Estos doce países tendrán acceso prioritario a otros mecanismos de ayuda previstos en el Pacto europeo. Para evaluar el grado de presión migratoria, la Comisión Europea tiene en cuenta múltiples factores: el número de llegadas irregulares, el volumen de solicitudes de asilo, pero también indicadores económicos como el PIB per cápita o la población total de cada Estado miembro.